Vineria Cozzi - Bergamo
(Este artículo se ha publicado también en Ispra.)
http://www.vineriacozzi.it/
Reservamos aunque no hizo falta, no llegaron a llenarse las escasas ocho mesas del lugar. Nos pusieron agua en jarra, a 2,50 euros el litro y no incluida en el cubierto (2,50 euros el cubierto). El pan era corriente y no recién hecho, salvo por unos pequeños lazos, como barras retorcidas y del tamaño de mi pulgar.
Pedimos de primero, para Marina milhojas de berenjena a la parmesana: millefoglie di melanzane alla parmigiana con spuma di taleggio e cialde croccanti:
Tan bueno como cabe esperar o como se puede probar en España. Para mí, pasta fresca rellena, típica de Bérgamo, con bacon y salvia crujientes: Casoncelli bergamaschi con pancetta burro e salvia:
Impresionante. Marina se comió no menos de tres, y no la culpo. Al salir encontramos lo mismo pero sin cocinar, a la venta en una tienda de la misma calle:
De segundo, para mí conejo con polenta: coniglio arrosto con polenta:
Aceitoso, y con la polenta más pesado aún. Deberían quitarlo de la carta al menos en verano. Marina acertó con el atún: tonno scottato alla mentuccia su verdure croccanti:
Que estaba realmente bueno, no sólo el atún sino también los espárragos y otras verduras, como por ejemplo vainas de guisantes, que se cocinan aquí como si fueran judías verdes planas.
Para acompañar, dos copas de vino Brunello di Montalcino "LA CASA" 1998, que al principio estaba faltón y borde, y luego fue mejorando en aspecto y sobre todo en olor. El sabor también, pero menos.
No tomamos postre, y sí un excelente café. La cuenta estuvo aproximadamente en los 33 euros por persona, incluyendo el vino, el agua y el cubierto (y el café).
http://www.vineriacozzi.it/
Reservamos aunque no hizo falta, no llegaron a llenarse las escasas ocho mesas del lugar. Nos pusieron agua en jarra, a 2,50 euros el litro y no incluida en el cubierto (2,50 euros el cubierto). El pan era corriente y no recién hecho, salvo por unos pequeños lazos, como barras retorcidas y del tamaño de mi pulgar.
Pedimos de primero, para Marina milhojas de berenjena a la parmesana: millefoglie di melanzane alla parmigiana con spuma di taleggio e cialde croccanti:
Tan bueno como cabe esperar o como se puede probar en España. Para mí, pasta fresca rellena, típica de Bérgamo, con bacon y salvia crujientes: Casoncelli bergamaschi con pancetta burro e salvia:
Impresionante. Marina se comió no menos de tres, y no la culpo. Al salir encontramos lo mismo pero sin cocinar, a la venta en una tienda de la misma calle:
De segundo, para mí conejo con polenta: coniglio arrosto con polenta:
Aceitoso, y con la polenta más pesado aún. Deberían quitarlo de la carta al menos en verano. Marina acertó con el atún: tonno scottato alla mentuccia su verdure croccanti:
Que estaba realmente bueno, no sólo el atún sino también los espárragos y otras verduras, como por ejemplo vainas de guisantes, que se cocinan aquí como si fueran judías verdes planas.
Para acompañar, dos copas de vino Brunello di Montalcino "LA CASA" 1998, que al principio estaba faltón y borde, y luego fue mejorando en aspecto y sobre todo en olor. El sabor también, pero menos.
No tomamos postre, y sí un excelente café. La cuenta estuvo aproximadamente en los 33 euros por persona, incluyendo el vino, el agua y el cubierto (y el café).
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