postre para día especial
El otro día tuvimos una cena y me tocaba hacer el postre, hice dos preparaciones distintas y las fusioné en un mismo plato, como la presentación requería un plato grande, utilizamos un bajo plato como si fuera un plato, así al tener una superficie más grande, se abrían las posibilidades de la experimentación.
Así, hice una tarta de crema de whiskey, con una base de galleta amalgamada con mantequilla, se vierte el preparado a base de crema de whiskey o Bayleis, cualquiera vale y nata, para endulzar, puse un poco azúcar moreno, y lo metí en la nevera, para que estuviera frío, frío.
Por otro lado, hice un shufflé de chocolate, a base de merengue, chocolate con leche y yemas de huevo. Subió bastante en el horno, lástima que se enfriara y bajara. Para acompañar el chocolate hice un salsa de naranja a base de zumo de tan preciado cítrico, licor de naranja y canela. Le añadí corteza de naranja cortada en juliana, que previamente se ha hervido tres veces para quitarle el amargor.
A la hora de emplatar, rallé chocolate blanco como si fuera queso rallado con un cilindro metálico de los que se usan en cocina, hize un círculo y espolvoreé, fue divertido porque parecía queso rallado, tenía la textura del queso rallado y era chocolate, los comensales se sorprendieron.
Con otro cilindro, más pequeño, corté la tarta a cilindros con mucho cuidado de no romperla, y lo puse en el plato, encima, le hice unas rallas con un biberón lleno de chocolate caliente, por lo que conseguí dos objetivos, por un lado la dualidad frío-caliente y por otro, el maridaje crema de whiskie-chocolate.
El shufflé de chocolate lo partí en cuadrados y lo emplaté con un poco de salsa de naranja por encima, puse encima de cada trozo una brizna de piel de naranja.
Al final creo que hemos conseguido un plato con una importante carga visual, a parte, de mezclar sabores con cierta empatía, tales como el chocolate (con leche, blanco y negro) y la crema de whiskie, sorprender a base de la dualidad frío y caliente, y por último el maridaje de la crema a base de nata, junto con el pastel de chocolate a base de merengue y sus distintas texturas.
Para terminar, decidimos acompañarlo de un vino dulce de moscatel, no queríamos que fuera excesivamente dulce, para no quitare protagonismo al chocolate y al whiskie, ingredientes, de por sí, con personalidad marcada. Por lo que elegimos el vino moscatel dulce de ochoa, un vino muy suave y elegante, con el punto perfecto de acidez, que acompañaba al postre magistralmente.
Próximamente; foié y pastel azteca.
Comentarios
MHHHHHHHHH
Marina G.
este finde he hecho algo, pero la cámara no tenía pilas y ahora me doy cuenta de que no estoy a la altura ni de lejos, qué vergu...
me limitaré a publicar noticias y cosas desas
qué buena pinta tiene el pohtre...
ger, planificamos ya la ruscalleda para hogueras???
Yo hice un pastel de setas y trufa que es mucho mas sencillo que todo eso... le he dicho que lo publique ya que le ha hecho fotos ( solo espero que el título sea bonito y no ponga algo así como "flan de champis")
Marina G.
F. postea todo lo que te de la gana que así nos enriquecemos todos.
besos
He de decir que todo el equipo de cocineros trabajó duramente durante el proceso de creación (yo me limite a limpiar cacharros...)
un besito
isa